viernes, 16 de marzo de 2018

Ante la opinión contraria de León III, Carlomagno consigue que se incluya el "Filoque" en el símbolo de Nicea-Constantinopla, Credo de Nicea-Constantinopla."Filoque" es el dogma teológico que determinaba que el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo.

"Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra,
de todo lo visible e invisible.
Creo en un solo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios, nacido del
Padre antes de todos los siglos:
Dios de Dios, Luz de Luz, 
Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, 
por quien todo fue hecho;
que por nosotros los hombres,
y por nuestra salvación bajó del cielo,
y por obra del Espíritu Santo se
encarnó de María, la Virgen,
y se hizo hombre;
y por nuestra causa fue crucificado
en tiempos de Poncio Pilato;
padeció y fue sepultado,
resucitó al tercer día, según
las Escrituras,
y subió al cielo,
y está sentado a la derecha del Padre;
y de nuevo vendrá con gloria
para juzgar a vivos y muertos,
y su reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo,
Señor y dador de vida,
que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo
recibe una misma adoración y gloria,
y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia, que es una,
santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un solo bautismo
para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos
y la vida del mundo futuro. Amén.


"Pax hominum ist ordenata concordia" (la paz de los hombres es la ordenada concordia)..."que aquellos a los que se ha dado poder juzgar juzguen justamente ya que está escrito: Con justicia has de juzgar a tu prójimo y Juzgad con equidad, pues, el juicio es de Dios". Estas frases se encuentran en los artículos de la Admonitio generalis de Carlomagno, inspiradas en la Ciudad de Dios de San Agustín de Hipona, su obra favorita.


San Agustín de Hipona.